"El que come...VIVE."
Durante mi infancia, adolescencia y temprana juventud escuche muchas veces a mi madre utilizar esta frase para motivarnos a comer, o quizás debería decir que para obligarnos a comer. Con esta frase nos dejaba claro, a mis hermanos y a mi, que si no comíamos nos podíamos morir. Pero los años pasaron y ciertamente ya no necesitábamos de su motivación pero la frase siguió siendo su favorita. Su significado había cambiado. Ahora la utilizaba para expresar su satisfacción ante una buena comida y como el poder disfrutar de ella era una forma de VIVIR.
Mami ya no esta con nosotros, Papito Dios ya la llamo a disfrutar de otros banquetes, pero no las dejo muchos años y fueron los últimos unos muy especiales, porque en los primeros nos enseño sobre el deber, la responsabilidad, el compromiso, la lealtad y muchas otras cosas para hacernos hombres y mujeres de provecho, pero al final nos enseño a disfrutar, a VIVIR. Una de las cosa que mas disfrutaba era que escogiéramos una ruta de esta tierra tan hermosa e ir a explorarla. De seguro encontraríamos un lugar donde comer. No tenia que ser elegante, podía ser un kiosco, pero si pasaba los requisitos mínimos de limpieza y sabor, lo podíamos poner en la lista para volver. Hoy nosotros queremos continuar esa costumbre y lo que quiero es compartir con ustedes los lugares que vayamos descubriendo. No pretendo que sea una critica oficial de restaurantes sino los relatos de una familia que come ... y VIVE.
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